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HERRERÍA ESPECIALIZADA MORÓN

Miembro fundador de FORJADORES HERREROS Y FUNDIDORES DE MÉXICO

 

"Herrería Especializada Morón" FUNDADA EN 1960.

Primer camioneta del Taller "Herrería Especializada Morón"
Primer camioneta del Taller "Herrería Especializada Morón"

 

Como todo buen hijo que hereda la pasión por el Oficio de HERRERO, la vida me obsequió la oportunidad de aprender con tres excelentes Maestros; mi Padre, Don Roberto Morón, su hermano, mi estimado tío Miguel y mi primo Miguel, de cada uno obtuve los conocimientos en diferentes y sofisticadas técnicas, los tres fueron exigentes conmigo, cosa que de niño me “pesaba” pero que hoy agradezco.

 

De Padres Guanajuatenses, tierra de Artistas Peleteros, Carpinteros, Herreros y Compositores,  Ella de San Miguel de Allende y Él de Guanajuato, capital del estado, mi "viejo" salió de su tierra buscando sus sueños en la gran Ciudad, aquí convergieron y formaron una sólida familia. 

 

Mis inicios como todos los buenos Maestros fueron de Chalán (ayudante) en todo lo que mis maestros necesitaran y con las exigencias que el título de Hijo del Maestro fueron necesarias, no podía quedar mal, así desde muy niño empecé limpiando piezas, trabajos, herramientas y todo lo que demandara mis servicios, muy pronto empecé a cortar y soldar, a lo sumo habrían transcurrido 8 años de que vi la vida allá por el rumbo de Tacubaya, para esos “entonces” mi Sr. Padre tenía un taller en la conocida colonia Jardín Balbuena en la ahora Ciudad de México.

 

El Fundador, mi Patrón, mi Maestro... mi Padre. 

Apenas contaba con los años que sumaban los dedos de mis manos ya me sentía Maestro, sin embargo tuvo que pasar un año más para empezar a hacer mis primeros trabajitos a “destajo” (cobrando por lo que hiciera), esta modalidad de trabajar me llevaba sin percatarme a trabajar mucho y con ello… aprendía más día a día.

 

Irremediablemente el tiempo siguió su curso, yo también, apenas cumplía la mayoría de edad cuando instalé en un garaje mi PRIMER TALLER, ya era ¡ GRANDE !, por fortuna o genética me fue bien, apasionado por mi Oficio estuve en ese taller hasta que mi Padre me ofreció uno de los retos más importantes en la vida, traspasarme su Taller, transcurría el año de 1987, reto difícil por verme en el compromiso de mantener el nivel de calidad y prestigio que ese Taller había alcanzado al paso de muchos años, pues acepté el reto.

 

Nuevamente superé mis propias expectativas y conseguí adquirir un terrenito en una zona que siempre me gustó, Chalco, estado de México, de a poco a poco con el fruto de mis trabajos fui acondicionando el lugar, hasta que llegó otro de esos momentos importantes, CAMBIARME al taller que tanto había imaginado y ahora convertido en una realidad.

 

Una realidad que demandó muchos sacrificios que me proporcionaron dos grandes satisfacciones, la primera realizar mi sueño de taller, la segunda, por mucho superior a la anterior… devolver en agradecimiento a mi Padre su Taller, sin una mella en el prestigio y con la misma calidad que él había logrado.

 

"Herrería Especializada Morón" Fundada en 1960, Mí lugar de aprendizaje.
"Herrería Especializada Morón" Fundada en 1960, Mí lugar de aprendizaje.

Mis Maestros me enseñaron también los “valores” del Oficio, cuidar la Herramienta y Tratar a los materiales al igual a todo aquel que solicite un “Trabajo” con: Respeto, Honestidad, Pasión, Dedicación y Formalidad, sin perder la Perseverancia. Gracias Maestros.

 

La vida me consintió llenando mi existencia con cuatro Princesas, una Reina y solo un Príncipe, condición que me lleva a pensar que siendo la segunda generación de Herreros en mi Familia con una hija Licenciada y un hijo Ingeniero puede suceder que no haya continuidad en los conocimientos acumulados, razón por la que en favor de que el Oficio trascienda recibo a todo aquel que sienta la pasión suficiente por él y le comparto la experiencia adquirida durante mi convivencia diaria con el acero.

 

Dicha “experiencia” no solo la comparto para la realización de un Trabajo, también para en caso necesario repararlo y participar en preservarlo, con la consideración de que al Cliente ya sea un particular o una empresa debemos solucionarle la necesidad de protección o la satisfacción de  poseer un mueble sobre diseño, lo anterior sin escatimar en el más mínimo detalle.